El pasado sábado, este precioso macho de vuelvepiedras cometió el error de posarse a descansar en el embalse de Santillana, Madrid. Y digo esto porque la zona vallada del embalse se hallaba atestada de domingueros sin ningún tipo de respeto por el lugar que pisaban. El ave, acompañada de un archibebe común y varios andarríos chicos, abandonó las orillas donde descansaba, cuando una familia al completo comenzó a jugar a lanzar piedras a la lámina de agua, sin duda felices de poder pasear por este bonito "parque infantil", en que se han convertido los embalses de la sierra de Madrid.
Cuánto sufrimos,compañero. La ecología debería ser asignatura requetemegaobligatoria.
ResponderEliminarUn saludazo.