viernes, agosto 31, 2012

Correlimos tridáctilo y correlimos común

Me gusta Galicia por muchas razones. Una de ellas es la posibilidad de realizar lo que yo llamo "pajareo de relax", es decir, desconectar del mundo, apuntalar el telescopio en un sitio y ponerse a observar o hacer fotos durante horas. Sin horarios ni obligaciones. 

Cualquier lugar es bueno para esta actividad. Una playa, estuario, laguna, puerto, etc. El lunes pasado me di un garbeo con la familia por la playa de Lago, en Cervo. Entre varios bañistas, me fijé en un pequeño grupo de limícolas recién llegados del viaje migratorio, que comían en la orilla compulsivamente.

El grupito estaba compuesto por 
  • 2 agujas colipintas
  • 6 correlimos tridáctilos
  • 1 correlimos común 
  • 7 zarapitos trinadores
Los trinadores y las agujas pronto volaron hacia una playa más cercana y tranquila, pero los correlimos mantuvieron el tipo entre los humanos en bañador. Circunstancia que aproveché para acercarme a ellos, sentarme en la arena y esperar.

Grupo de 6 correlimos tridáctilos (5 jóvenes y 1 adulto) y 1 correlimos común joven.
 
Hay pocas cosas más gratificantes que observar de cerca a un grupito de limis y que hagan su actividad normal, ignorándote por completo. Los bañistas me miraban perplejos, ajenos a la belleza de estos seres tan apasionantes.

Correlimos tridáctilo Calidris alba adulto. A la derecha, un juvenil de la misma especie.

Aprovecho para describir las diferencias entre adultos y juveniles de Calidris alba:




No dejo de admirar a estas increíbles criaturas, capaces de realizar vuelos directos desde Siberia. Su presencia en nuestras costas es todo un regalo del que debemos sentirnos privilegiados.

Los 6 tridáctilos juntos. A la derecha, el único adulto del grupo.

Correlimos común Calidris alpina juvenil.

El solitario correlimos común juvenil se integraba en el pequeño bando de tridáctilos, pero tuvo que sufrir su dominancia. Cuando el común localizaba visualmente una presa y hundía el pico para sondear, de inmediato un tridáctilo lo acosaba para desplazarlo del lugar.


Se puede observar cómo la muda postjuvenil de Calidris alpina es más rápida que en C. alba. Este ejemplar de alpina tiene ya algunas plumas escapulares recién mudadas, de un gris uniforme.

Y para terminar, una comparativa directa para apreciar las diferencias en tonalidades y forma de las plumas juveniles entre ambas especies.