Hoy he visitado brevemente la laguna de la Veguilla en Alcázar de San Juan.
El intenso calor no invita a pasar largo tiempo observando aves, incluso a la sombra. Pero esto no debe ser una excusa para que algunos colegas ornitólogos muesten comportamientos poco éticos en cuanto al uso de los observatorios se refiere.
No me importa quiénes son, ni es nada personal. Simplemente creo que evadir el calor y buscar una sombra no legitima un uso indebido de un observatorio ornitológico. Existe una regla no escrita por la que los ornitólogos debemos anteponer SIEMPRE el bienestar y la seguridad de las aves por encima de todo; y esto incluye nuestro propio bienestar.
Tras dejar claro a estas personas que estaban molestando a las aves, ni se inmutaron. Siguieron allí unos minutos más, hasta que decidieron irse. Había un niño entre ellos; mala forma de educarle en el respeto a las aves. No quiero ser tiquismiquis, pero creo que este tipo de actitudes debe mostrarse públicamente, para que sensibilicen y puedan evitarse en el futuro.
La mejor prueba de las molestias que ocasionaron es que, en cuanto se fueron, los fumareles, flamencos, rapaces y acuáticas volvieron a sobrevolar las cercanías del observatorio. Y es que los observatorios de aves están para algo.
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Milano negro (Milvus migrans) |
Por lo demás, hay movimiento en la laguna. Lo más reseñable:
- 5 moritos (Plegadis falcinelus)
- 1 garcilla cangrejera (Ardeola ralloides)
- 25 malvasías cabeciblancas (Oxyura leucocephala)
- 90 agujas colinegras (Limosa limosa)
- 6 martinetes (Nycticorax nycticorax)
Algunas fotos -lejanas y testimoniales- de la garcilla y los moritos.
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3 moritos y 4 martinetes |
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Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) |
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Vista general de la laguna. Está espléndida. |