Ayer decidí cambiar mi destino habitual, los humedales de Ciudad Real y Toledo, por los de Cuenca. En concreto, el Hito y el embalse de Alarcón; dos humedales casi inéditos para mi.
La protagonista fue la espesa niebla "meona", que no levantó hasta bien entrada la mañana y me desesperó en más de una ocasión. Cuando la niebla se disipó, llegó la primavera de golpe; las algarabía de las aves henchidas de hormonas, festival de colores y explosión de insectos.
En El Hito, disfruté a gusto con varias especies típicas de cultivos, como calandrias, cogujadas, alondras y las primeras terreras comunes del año. Las perdices y los trigueros, omnipresentes aquí y allá.
También la primera observación de lavandera boyera, en esta ocasión de la subespecie ibérica:
Motacilla flava iberiae, macho adulto. |
Calandria (Melanocorypha calandra) |
Perdiz roja cantando |
Triguero (Miliaria calandra) |
Qué ave tan bonita es la perdiz roja. Es un placer verla correteando por los campos, y no colgando muerta del cinturón de algún cazador. |
Y tres fotillos de una terrera común (Calandrella brachydactyla).
Ya en las cercanías del embalse de Alarcón, observé 2 archibebes claros, 4 archibebes comunes, andarríos chico y grande, y varias parejas de avefrías haciendo piruetas con claro comportamiento reproductor:
Tenía que volver a casa y, ya de vuelta, un grupito de 12 buitres leonados me despidió cicleando.
¡Necesito más mañanas como esta!