Por fin llegó. Tanto tiempo esperando un limícola accidental cerca de casa, y tenía que ser uno de las más preciosos: un correlimos falcinelo (Limicola falcinellus) en la laguna de Manjavacas (Cuenca-Ciudad Real). Costó llegar a él, pero mereció la pena. Un autobús de Madrid a Mota del Cuervo, y varias horas escaneando los 300 Calidris alpina y las decenas Calidris minuta y ferruginea.
Aún así, hubo suerte. En un lugar apartado, pegado a la orilla, un correlimos pequeño se posa solitario entre juncos y...eureka! un falcinelo, a mi juicio adulto mudando el plumaje invernal. En las fotos pueden apreciarse varias terciarias mudadas, así como alguna cobertora y escapular.
Características diagnósticas son el pequeño tamaño (justo entre un común y un menudo), la ceja partida cuádruple hasta la base del pico , el pico curvado sólo en la zona distal y el ligero barrado pectoral.
Tras una media hora larga de observación, el ave se asustó al ver volar a otros Calidris, y abandonó el lugar. Siempre se mantuvo semioculta entre la vegetación, alimentándose muy activamente con un estilo característico "tipo agachadiza" o "máquina de coser", con pequeñas y rápidas carreras de vez en cuando.
Todos los presentes (Xuxo Piñeiro, que lo observó el día anterior, Oscar Llama, Alfonso López, Ángela y yo) disfrutamos mucho con la sesión de falcinelo. Un placer.
Aparte de este correlimos tan precioso y elegante, localizamos unos 300 comunes, más de 60 menudos, 10 zarapitines, 4 archibebes claros, 1 común, 3 cercetas carretonas, 2 fumareles cariblancos, 1 pagaza piconegra y otras especies.
Antes de abandonar La Mancha, un paseo por Pedro Muñoz (nada destacable) y La Veguilla, donde localizamos la Polluela pintoja (Porzana porzana), una gaviota enana, varios fumareles cariblancos y la actividad frenética típica de esta laguna.
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