Otra de Dubrovnik
Esta foto del anochecer en Dubrovnik, mostrando a contraluz las siluetas de los vencejos reales, da fe del bonito espectáculo que suponía caminar por las calles a esa hora. Los pequeños faroles a ambos lados de la calle atraían a multitud de lepidópteros y otros insectos. Mediante rápidos vuelos (a veces temerarios, a 3 metros de nuestras cabezas), decenas de Apus melba se ponían morados.
El campanario de la torre que se ve recortada en el horizonte era un hervidero de vencejos reales. Hice fotos, pero salieron muy oscuras.