MEGA - BUCEPHALA CLANGULA EN MADRID

Cuando me lo dijeron, no podía creérmelo: un macho de porrón osculado B. clangula (Common Goldeneye) en el Parque Regional del Sureste! Primera observación en Madrid de este pato de distribución tan norteña, que ya de por sí es muy raro en la costa cantábrica durante el invierno.

Van estas fotos en primicia para los lectores de este blog. Desde aquí, agradecer a Jesús Gómez (autor de las fotos) y a Carlos Talabante la comunicación de esta impresionante observación. ¡Gracias! Este blog se enriquece día a día con las aportaciones de sus lectores.

Una visión cercana de este elegante pato...

Destacando entre los porrones moñudos...¿qué hace en Madrid esta preciosidad? Es imposible descartar un escape, pero la reciente ola de frío quizás tenga mucho que ver...

Un alpino

Ahora que los bisbitas están de moda en la península, subo unas fotos de un Anthus spinoletta, un bisbita alpino, especie que es regular en invierno por nuestras tierras. En este caso, para variar, en Alcázar de San Juan.

El tenue marcado en el dorso descarta a un bisbita común A. pratensis. En esta foto resalta claramente la ceja blanquecina.

La lista loral (que une el pico con el ojo) es bien visible, otro rasgo a favor de spinoletta. La cara es muy oscura en general, dejando el blanco restringido. El anillo ocular destaca mucho.

El dibujo facial es bien marcado, con ceja y bigotera anchas. De frente, una X de color claro converge en la base del pico.

Las patas de un color rojizo oscuro (o marrón terroso) difieren de las del bisbita común, que suele tenerlas más claras.

Partes inferiores blanquecinas, y barrado continuo uniforme afectando a la zona infracaudal. El pico es mayoritariamente amarillento, en especial la mandíbula inferior.

Limosa limosa

Este ejemplar solitario de aguja colinegra Limosa limosa me tuvo un buen rato ensimismado, el fin de semana en Alcázar.

Por la longitud del pico, yo diría que es una hembra, pero no estoy seguro.

Se observan las nuevas plumas escapulares de invierno, así como una gran cobertera y dos terciarias superiores. Las plumas antiguas están muy desgastadas, en especial las coberteras del ala. Veamos con más detalle:

Con el punto 1, señalo las nuevas terciarias de un gris plano, típicas de la muda a plumaje de invierno. El punto 2 indica las supracoberteras alares blancas, visibles debido al desgaste de las grandes coberteras.

En vuelo, esta especie siempre muestra fuerte contraste blanquinegro, no sólo en la cola, también en la parte superior e inferior del ala. ¡Preciosa!

Arctic tern's epic journey mapped

	By Jonathan Amos Science correspondent, BBC News

The study adds surprising new detail to the Arctic tern's epic migration

The Arctic tern's extraordinary pole-to-pole migration has been detailed by an international team of scientists.

The researchers fitted the birds with tiny tracking devices to see precisely which routes the animals took on their 70,000km (43,000 miles) round trip.

The study reveals they fly down either the African or Brazilian coasts but then return in an "S"-shaped path up the middle of the Atlantic Ocean.

The long-distance adventure is described in the US journal PNAS.

"From ringing, we knew where the Arctic tern travelled," said Carsten Egevang of the Greenland Institute of Natural Resources.

			After setting out (yellow line) the birds pause in the North Atlantic (red circle) to feed. Going home (orange line), they follow the winds Total distance travelled 70,900km On southbound leg: 34,600km Daily progress south: 330km On northbound leg: 25,700km Daily progress north: 520km Within Winter grounds: 10,900km

"The new thing is that we've now been able to track the bird during a full year of migration, all the way from the breeding grounds to the wintering grounds and back again."

The avian world is known for its great migrations.

Albatrosses, godwits, and sooty shearwaters all undertake epic journeys. But none can quite match the Arctic tern's colossal trip.

Starting in August and September, this small bird - which weighs little more than 100g (3.5oz) - will head away from Greenland with the intention of getting to the Weddell Sea, on the shores of Antarctica.

It will spend about four or five months in the deep south before heading back to the far north, arriving home in May or June.

A team from Greenland, Denmark, the US, the UK and Iceland attached small (1.4g/0.05oz) "geolocators" to the animals to find out exactly where they went on this polar round trip.

The devices record light intensity. This gives an estimate of the local day length, and the times of sunrise and sunset; and from this information it is possible to work out a geographical position of the birds.

The geolocators were provided by the British Antarctic Survey (BAS).

"The use of these devices on seabirds is not only revolutionising our understanding of migration patterns, but the resulting data on distribution also help address the requirement to identify important biological hotspots," said Richard Phillips from BAS, a co-author of the PNAS paper.

With such a small bird, the trackers also need to be tiny

The first surprise is that the terns do not make straight for the Antarctic when they leave the Arctic, but make a lengthy stop-over in the middle of the North Atlantic, about 1,000km (620 miles) north of the Azores.

Here, they feed on zooplankton and fish to fuel themselves for the long journey ahead.

"We were able to compare biological productivity in the ocean from satellite imagery and we could see a high productive area that the birds will spend time in," said Mr Egevang.

"Even more importantly, it's the last high productive area before they enter tropical waters where we know productivity is low."

			THE LONG DISTANCE FLIER Scientific name: Sterna paradisaea Average wingspan of 75-85cm Breeds in Arctic and sub-Arctic Lays eggs in small ground scrape Feeds on fish and crustaceans Birds live more than 30 years

Passer hispaniolensis

Motacilla alba, Alcázar de San Juan.

Mosquitero

Este mosquitero apareció mientras observábamos gaviotas cabecinegras en Málaga. Me pareció muy oscurito, sin ese tono amarillento generalizado de la mayoría de collybitas. Se quedará como una variación de un mosquitero normal, supongo.

Aquí os dejo la extensa y documentada opinión de José Luis Copete. A todo detalle, así es como se aprende...

El mosquitero de la foto es un collybita, casi seguro nominal. El color que presenta entra dentro de la variación normal de la subespecie nominal, ejemplares como éste, con tonos algo más oscuros, forman parte de lo conocido para la subespecie del oeste europeo. Casi seguro que no es abietinus, porque los tonos de las partes superiores son muy fríos, un abietinus oriental (alejado de la zona de contacto con la nominal), con plumaje clásico, tiene tonos más grisáceos, no tan brown-olive. La estructura, asimismo, es perfecta para un nominal, un abietinus tiende a tener las alas más alargadas (y por tanto la proyección primaria ligeramente más larga, en promedio, que en la nominal) y la longitud total (de pico a punta de la cola) también, lo que les da un aire más alargado. Tu pájaro presenta una proyección normal para collybita nominal, y la apariencia global es de mosquitero común redondeado, como es normal en los nominales.

Para identificar con seguridad abietinus de collybita habría que medirlo, y aplicar una fórmula discriminante que permite clasificar casi el 90% de los pájaros. Como además no tienes la biometría, no serviría de nada.

Pero a simple vista, viendo los tonos de coloración, y la proyección primaria y la estructura general, seguro que no es abietinus.

Un tristis queda descartado por varias características, como los tonos oliváceos evidentes del manto, que deberían estar ausentes, así como la ausencia de una pluma grande del álula contrastada con el resto del ala, algo típico de tristis. El pico y las patas parecen negras, caracteres buenos para tristis, pero al menos yo en mi monitor le veo evidentes estrías amarillentas en los flancos y en las infracobertoras caudales, lo que también elimina la posibilidad de tristis.