La paciencia es siempre una gran ayuda para el aficionado a las aves. A veces, incluso un factor indispensable.
Desde el hide de mi amigo Mario, son habituales los mirlos, petirrojos, pardillos, gorriones y otros pequeños pajarillos. Pero, en ocasiones, el azar tiene a bien sorprenderle con una visita con más "enjundia", y es el caso de esta espectacular águila calzada (Hieraaetus pennatus) que se acercó a echar unos tragos, para enorme sorpresa del autor de las fotos.
Si nos fijamos detenidamente en el plumaje del ave, vemos con facilidad el contraste entre nuevas y viejas plumas sin mudar. Son nuevas algunas escapulares posteriores y primarias externas (se ve bien el contraste) y varias primarias faltantes (P6-P8??)
En la siguiento foto se aprecia mejor:
¡Espectacular! Gracias a Mario Rodero por ceder sus fotos.
Un saludo a tod@s, y gracias por vuestra visita.
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