jueves, septiembre 10, 2009

Una singladura memorable

El pasado sábado 5 de septiembre el Aula do mar zarpó una vez más desde Cariño, para soltar adrenalina a 20 millas del cabo Ortegal.

Con Manuel y José Miguel organizando el cotarro, en seguida se dieron cuenta de que por la noche el viento había cambiado a nordeste. "Mala mar para navegar", dijeron. Un servidor, que nunca se ha mareado en ningún medio de transporte, subí a bordo como los de Bilbao: con sólo un café en el estómago, sin pastillas para el mareo, y zapatillas deportivas...toma ya, todo un lobo de mar del lado norte del Manzanares ;-)


Saliendo del puerto, la mar estaba tranquila; nada que ver con lo que nos esperaba fuera.

El trayecto de ida fue duro, constantes vaivenes del barco hicieron marearse a más de uno, y fue cuestión de tiempo que yo cayera. Al llegar a las 10 millas, mi vacío estómago cedió al Atlántico y comencé a marearme, justo cuando el barco se detuvo para virar y enfilar de nuevo la costa a menor velocidad. No llegamos ni a la mitad de las 20 millas previstas, debido al mal estado del mar.

Tras unos momentos realmente malos, me repuse lo suficiente para disfrutar del espectáculo:


Primero aparecieron las gaviotas, los charranes comunes y los fumareles comunes. A este cortejo siguieron los platos fuertes: págalos grandes, un rabero, hasta 5 sabines juntas, gaviotas argénteas, pardelas capirotada y sombría, paíño de Wilson...y la estrella del viaje, la especie (o mejor dicho, el género) que justificó con creces mi mareo: uno o dos petreles Pterodroma sp Bimbo breve, lejano, pero bimbo al fin y al cabo, disfrutado al máximo, entre mareo y mareo, sonrisas, choque de manos, subidones de adrenalina y juramentos a la diosa Fortuna.

Una pardela capirotada Puffinus gravis, perseguida por una gaviota sombría Larus fuscus.



Las primeras Sabines aparecieron pronto, a unas 10 millas de la costa.

Y los págalos grandes Stercorarius skua, los reyes indiscutibles del oportunismo.

Sterna hirundo

El prota de la peli: Pterodroma feae/madeira. Dos visiones fugaces, quizás individuos diferentes, con un vuelo oscilante vertiginoso, a unos 200 metros en la popa del barco. Nos dejó a todos con la boca abierta.



Gaviotas de Sabine. Nunca las había tenido tan cerca...


Este págalo rabero Stercorarius longicaudus sin cola nos confundió al principio. Por si acaso, hice fotos, que permiten desvelar su identidad "rabera"







Pardela cenicienta Calonectris diomedea



Pardelas sombrías Puffinus griseus


Esas Sabines...preciosas!





Otro Sterna hirundo...

Gaviota argéntea disputando comida a los alcatraces juveniles.


Otra Puffinus griseus...

Morus bassanus con un sedal en el pico...vimos varios con este triste artilugio clavado.

Hasta 3 Sabines juntas (detrás, un fumarel común).


Una de mis favoritas: pardela capirotada, una belleza.


Pardela sombría


Paíño de Wilson, Oceanites oceanicus




Al llegar a puerto, la cabeza me daba vueltas, el estómago lo dejé a 10 millas, junto a las pardelas y págalos. Pero nadie podía quitarme la sonrisa de la cara (palida, eso sí), a mi y al resto de marineros.

Desde aquí, un abrazo de amigo para los compañeros del aquel viaje, especialmente a Gorka Ocio, Yolanda y Manuel Fdez Pajuelo, ellos saben por qué.


14 comentarios:

Toño Salazar dijo...

Unas fotos sensacionales, Gabi. Si no llegas a marearte ¿qué hubieras hecho?

Alfonso Valderas Farfante dijo...

Bonitas fotos Gabi.

Merece la pena darse la vuelta en el "Aula do Mar".

Un abrazo

Alfonso

Alfonso Valderas Farfante dijo...

Bonitas fotos Gabi.

Sin duda, merece la pena salir con el "Aula do Mar". Nunca sabes lo que vas a encontrar.

Un abrazo.

Alfonso

Ernesto Villodas dijo...

Que pedazo de enorme y malsana envidia estoy teniendo. Expectaculares fotos. Saludos

David dijo...

Pues para estar mareado y con la marejada que había, has sacado unas fotos increibles. Enhorabuena!!

Fernando Pereiras dijo...

Joder con las fotos!!!!! Menos mal que estabas mareado que si llegas a estar entero.....
Saludos.

GM dijo...

No hay nada como bimbar un Pterodroma, y estar rodeado de marinas para que el mareo pase a un segundo plano...jejje.

La verdad es que fue el mejor viaje en barco que recuerdo, incluyendo el mareo, que no consiguió evitar que fuera un día increíble.

Lo único que siento es no haber charlado más con la gente, pero es que bastante tenía con sujetar el teleobjetivo ;-)

Sebastian Molano dijo...

vaya viajecito tan provechosos, qué envidia. saludos

Antonio Aguilera N dijo...

Preciosas, Gabi, preciosas.
Muchas felicidades, pedazo de bimbazo

Antonio Aguilera N dijo...

Preciosas, Gabi, preciosas.
Felicidades, pedazo de bimbazo.

LUIS dijo...

Hola Gabi, espectacular tus fotos a pesar del mareo y para un novato como yo,tremendamente didácticas. Un abrazo.Luis

LUIS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alberto Fernández Palacio dijo...

Pues si que es verdad, vaya fotos más cojonudas a pesar del mareo... Yo del rabero naaa, cuando me quise dar cuenta ya era demasiado tarde. A ver si nos vemos en otra de estas. Saludos!

Rubén Portas dijo...

Hola, Voy descubriendo que la gran mayoría de los que realizamos aquel viaje, tenemos blog! Menuda plaga que somos los ornitólogos blogueros :) Magníficas fotos
Un saludo
Rubén