Desde el privilegiado escondite de Manolo M. Araujo, nos llegan estas soberbias fotos de mirlos capiblancos y otros acompañantes de la campiña malagueña. No es fácil fotografiar y tener tan cerca a los mirlos, una especie que siempre resulta esquiva y poco frecuente.





Y vamos con los capiblancos, toda una preciosidad. Yo creo que son hembras, por su descolorido parche pectoral. Los primeros inviernos tienen sólo un atisbo de parche, apenas visible.



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